La escena arranca con tremendo morbo, un ambiente campero en pleno calor y estos dos calientes como nevera en el desierto. El man, con más ganas que un perro en celo, agarra a su comadre, esa que tiene unas curvas que quitan el sueño, y la pone a gemir como si no hubiera mañana. Ella, más caliente que el sol del mediodía, se retuerce de placer con cada embestida, soltando gritos y palabrotas que retumban en todo el campo. Entre el ruido de la naturaleza y los gemidos de placer, se desata una explosión de lujuria desenfrenada, con poses dignas de un Kamasutra improvisado al aire libre. Entre la tierra y el sudor, estos dos no tienen límites y juntos se funden en un fuego que solo se apaga al terminar extasiados y con sonrisas de complicidad. ¡Una cogida en el campo como para enmarcar, hermano!
cogiendo en el campo a mi comadre
Related videos












