dejen mas regalos chicos, si quieren que me abrar de piernas y me toque mi gatito les dice la jovencita

La luz de la laptop ilumina su rostro juvenil mientras la sonrisa se dibuja en sus labios. La jovencita se recuesta en su cama, rodeada de peluches y un ambiente que grita inocencia, pero sus palabras son pura provocación. «Dejen más regalos, chicos», dice con una voz dulce y cantarina, mientras se balancea lentamente. El contador de donaciones en la esquina de la pantalla es su único objetivo. «Si quieren que me abra de piernas y me toque mi gatito…», continúa, dejando la frase en el aire como una promesa. La sonrisa se vuelve más pícara. «Sigan mostrando su amor… y yo les mostraré el mío». Con cada notificación de un nuevo regalo, se acerca un poco más a la cámara, suspira, y deja caer una mano hacia el borde de su falda, un juego de poder y deseo donde ella controla todo con el movimiento de un dedo y la promesa de lo que está por venir.