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¡Ay, papi! No te haces el pendejo, sabes que lo que quieres es que esa verga te entre bien rico, pero sin atropellos, ¿verdad? ¡Claro que sí! Quieres sentir cada centímetro de esa pija deslizándose lentamente dentro de ti, disfrutando cada momento de placer intenso. Y ahí estás, pidiéndole al churro que te la meta bien despacito, sin prisas, saboreando cada embestida como si fuera la última. Te excitas con cada gemido, sintiendo cómo te estremece de arriba abajo. ¡Ay, que rico se siente cuando el morlaco entra y sale, provocando sensaciones indescriptibles! Así que sigue disfrutando, pidiendo más y más, que esto apenas comienza, ¡y la fiesta apenas se está calentando!
pero metela muy despacito
