La jovencita colegiala, con una mezcla de excitación y nerviosismo, se mordió el labio mientras su novio la penetraba, sus movimientos lentos y deliberados. «No hagas mucho ruido,» susurró él, su voz llena de deseo y precaución. «Mis papás pueden escucharnos.» Ella asintió, sus ojos brillando de lujuria, mientras intentaba contener sus gemidos, sus respiraciones aceleradas. Con una mano, él cubrió su boca, amortiguando sus sonidos, mientras con la otra, sostenía la cámara, capturando cada detalle, cada ángulo, cada caricia. Sus cuerpos se movieron en sincronía, cada empujón, una oleada de placer, intensificada por el riesgo de ser descubiertos. La cámara reflejó su pasión, un recuerdo secreto de su amor y deseo, capturado en el calor del momento, en la quietud del baño.
le tapa la boca ala colegiala para que no los escuchen mientras que esta cogiendo
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