le baja los calzones a la morrita colegiala se la coge de perrito

En el silencio de un pasillo escolar, una morrita colegiala de uniforme se apoya contra la pared, sus ojos brillando con una mezcla de inocencia y deseo. Detrás de ella, un muchacho, su respiración agitada, se acerca con una sonrisa pícara. Con manos rápidas, le baja los calzones, exponiendo su piel suave y tentadora. Ella jadea, sus piernas temblando mientras se posiciona en cuatro patas, su falda levantada. Él, con una erección dura y lista, se acerca, sus dedos explorando su entrada húmeda. Con un gruñido, se hunde en ella, sus movimientos rítmicos y profundos. La morrita, con los ojos cerrados, se abandona al placer, sus gemidos llenando el aire. Él, sintiendo su cercanía, acelera sus embestidas, su cuerpo tenso por el esfuerzo. Con un grito final, se libera dentro de ella, su leche caliente llenando su interior. La colegiala, con un suspiro de satisfacción, siente la calidez extendiéndose, marcando su piel con el éxtasis de su experiencia.