En el salón la colegiala se arrodilló frente a su novio, sus ojos brillando con una mezcla de nerviosismo y deseo. Con movimientos lentos y deliberados, comenzó a desabrocharle el pantalón, sus manos temblando ligeramente. «¿Estás seguro?» preguntó en un susurro, su voz apenas audible. Él asintió, su respiración ya entrecortada. Con una seguridad que contrastaba con su juventud, ella liberó su miembro, sus labios rozándolo con una suavidad que lo hizo estremecer. Comenzó a moverse con una cadencia que lo llevó al borde del éxtasis, sus gemidos contenidos en la garganta. De repente, un ruido en el pasillo los alertó. «¿Qué fue eso?» preguntó ella, sus ojos abiertos de par en par. Él la miró, una mezcla de pánico y excitación en su rostro. «Shh, sigue,» murmuró, su mano en la nuca de ella, guiándola de vuelta a su tarea. La tensión del posible descubrimiento añadía un filo de peligro a su encuentro, haciendo que cada movimiento fuera más intenso, más urgente. La colegiala, con una determinación renovada, continuó, sus labios y lengua trabajando con una destreza que lo llevó al límite, justo cuando escucharon pasos acercándose a la puerta.
la colegiala se la chupa en el salon al novio y por poco los cachan
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