En el sótano del colegio, una jovencita colegiala se encontró rodeada por un grupo de sus compañeros. La tensión en el aire era palpable, y ella, con una mezcla de curiosidad y nerviosismo, se dejó llevar por la lujuria que desprendían sus miradas. Uno a uno, se acercaron, desvistiéndola lentamente, revelando su cuerpo inocente y juvenil. La primera embestida fue suave, pero cada vez más intensa, mientras los demás observaban, esperando su turno. Ella, con gemidos entrecortados, se entregó a cada uno, sintiendo cómo su cuerpo respondía a las caricias y los movimientos. Las manos y las bocas de sus compañeros exploraban cada rincón de su piel, haciéndola estremecer de placer y sorpresa. La habitación se llenó de gemidos y jadeos, mientras ella, entre lágrimas y sonrisas, se dejó llevar por la intensidad del momento, viviendo una experiencia que nunca olvidaría. Cada compañero, con una lujuria diferente, la hizo suya, marcando su cuerpo y su alma con el recuerdo de esa tarde prohibida.
jovencita mexicana haciendo un trio con dos de sus compañeros del colegio
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