jovencita cachonda no le importa que casi los cacha su papa cogiendo

La jovencita cachonda, con una mezcla de audacia y deseo, llevó a su novio a su habitación, sus ojos brillantes de anticipación. «Rápido, antes de que mi papá regrese,» susurró, su voz cargada de urgencia. Con movimientos rápidos, se quitaron la ropa, sus cuerpos ansiosos por conectarse. Ella se acostó en la cama, sus piernas abiertas en una invitación tentadora. Él, con una mirada de lujuria, se posicionó entre sus piernas, deslizándose dentro de ella con un movimiento firme. Sus gemidos llenaron la habitación, un coro de placer que apenas podían contener. Cada empuje era una explosión de deseo, llevándolos más cerca del éxtasis. De repente, escucharon pasos en el pasillo, pero ella, lejos de detenerse, lo instó a continuar, sus uñas clavándose en su espalda. «No pares, por favor, no pares,» rogó, sus cuerpos moviéndose al unísono, hasta que alcanzaron un clímax que los dejó sin aliento, completamente satisfechos y sin importarles quién pudiera haber escuchado.