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¡Aguas! En este vídeo vas a ver cómo esta golosita le da una mamada de aquellas a su churri que te va a dejar con la lengua afuera. Con esa mirada felina, la morra sabe perfectamente cómo poner a babear al más pintado. Se le nota que disfruta chupando más que un pelado en cuarto de libra, con una habilidad que te hace pensar que nació con el don. Y el vato, ¡ay, el vato! Se le desencaja la mandíbula de puro placer con cada succión, con esa carita de gusto que uno no sabe si envidiar o aplaudir. ¡Este vídeo es puro fuego, miradas que dicen más que mil palabras y mamadas que te hacen soñar despierto!
