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¡Ay, carajo! Esta chavita de la prepa tiene más hambre de pito que un puerco en fiesta. Agarró al novio, se lo llevó al monte y le echó una mamada que lo dejó con el calzoncillo al cuello. La chamaquita, toda pícara, se arrodilló entre los arbustos y empezó a darle cariño como si no hubiera un mañana. La chupada que le metió dejó al chico temblando y rogando por más. La chavita, con la boquita experta, no paraba de sorber con ganas y mirándolo con ojos de lujuria. Parecía una condenada amazona del sexo oral en medio de la jungla. Esto sí que es un amor salvaje del bueno, ¡qué envidia!
chavita de la prepa se la chupa al novio en medio del monte












