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¡La rumba se puso sabrosa! La amiga se pasó de copas y se le soltó la cadena. Está más caliente que pata de gallina y con ganas de que le den su dosis. Se le alborotaron las hormonas y ahora está rogando por un buen polvo. Se arrima, te toca, te menea y te dice al oído: «¡Papito, métemela toda!». La nena está en llamas, quiere sentirte bien adentro, sin rodeos ni tabúes. Así que agarra el toro por los cuernos y dale con todo a la amiguita, que está ansiosa por saciar su sed de placer. Esta noche la fiesta no termina hasta que ambos estén sudados y exhaustos. ¡A gozarla sin frenos!
amiga borracha se pone cachonda y quiere que la coja












