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La jovencita, con una mezcla de nerviosismo y deseo, se encuentra en su habitación con su novio. «No quiero, es demasiado pronto,» susurra, su voz temblorosa. Pero su novio, con una sonrisa persuasiva, se acerca a ella, sus manos recorriendo suavemente su cuerpo. «Solo será un momento, te lo prometo,» le susurra al oído, su aliento cálido y tentador. La jovencita vacila, pero la intensidad en los ojos de su novio la hace ceder. Con movimientos rápidos, se despoja de su ropa, revelando su piel suave y tentadora. Se dejan llevar por el momento, el deseo creciendo con cada caricia. La urgencia y la pasión se entrelazan, creando un encuentro rápido y intenso, lleno de promesas y placer.