desvirgando a una morrita colegiala de prepa

El aula vacía se convierte en el escenario de un rito de paso. La morrita colegiala, con su uniforme impecable y su inocencia palpable, se encuentra frente a su compañero, ambos con el corazón acelerado. La tensión en el aire es palpable, una mezcla de nerviosismo y anticipación. Con manos temblorosas, él la guía hacia la mesa, donde la recuesta con cuidado. Sus ojos se encuentran, un intercambio de miradas que dice más que mil palabras. Lentamente, él se acerca, sus labios rozando los de ella en un beso suave y tierno. La morrita, con un suspiro, se entrega a la experiencia, permitiendo que sus manos exploren su cuerpo. Cada caricia es una promesa, cada susurro una invitación. Con delicadeza, él se abre paso, sintiendo su resistencia inicial ceder ante el deseo. La morrita, ahora perdida en el éxtasis, se deja llevar por las sensaciones, descubriendo un mundo de placer que la transforma. La inocencia se funde con la pasión, creando un recuerdo indeleble en sus mentes y cuerpos.