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La jovencita adolescente, con una mezcla de nerviosismo y excitación, se preparó para cumplir la fantasía de su novio en el baño de su casa. Con una sonrisa traviesa, tomó el enorme dildo, su corazón latiendo con anticipación. Se desnudó lentamente, dejando que sus curvas se revelaran bajo la luz tenue de la habitación. Con movimientos sensuales, se sentó en la cama, abriendo las piernas para él. ‘Quiero que me mires’, susurró, mientras deslizaba el dildo en su interior, sus gemidos llenando el aire. La intensidad de su mirada y sus movimientos lo llevaron al límite, cumpliendo su fantasía de la manera más erótica posible.